domingo, 13 de diciembre de 2009

Entrenadores de Primera División

Desaparece la gran esperanza del proyecto del Real Zaragoza



Cuando el Real Zaragoza consumó su inexplicable descenso en la temporada 2007-2008, Agapito Iglesias y el resto de dirigentes zaragocistas comprobaron su estrepitoso fracaso y buscaron dar un golpe de efecto que permitiese que la decepción de la afición se redujese al máximo. Para ello, para crear ilusión en una hinchada que pensaba que ese año el equipo podía codearse con los grandes (y no acabar bajando a los infiernos para jugar en campos como Izpurúa - sin faltar al respeto al Eibar-, que es lo que finalmente sucedió), decidió tirar de talonario (otra vez) y ofrecerle un contrato millonario al técnico de moda, por aquel entonces, del fútbol español: Marcelino García Toral. Tras su éxito con el Recreativo, el asturiano consiguió clasificar al Racing de Santander, por primera vez en su historia, a la Copa de la UEFA, conviriéndose en el técnico deseado por todos los equipos. Agapito Iglesias le ofreció un proyecto deportivo ambicioso y un salario más que suculento, algo que 'Marce' no pudo rechazar.

Año y medio después de estos hechos, con el ascenso logrado en la temporada 2008-2009, pero con el equipo en puestos de descenso en la jornada 14 de la temporada actual (2009-2010), el proyecto parece desmoronarse. La figura por la que debía girar dicho proyecto ha desaparecido del mapa. La junta directiva del Real Zaragoza ha decidido prescindir de la única esperanza que el zaragocismo tenía desde que el equipo descendió a Segunda División. Marcelino García Toral será recordado como el artífice del ascenso 2008-2009, pero por nada más. Agapito, Bandrés y el sinfín de personajes que dirigen el club han decidido despedir al entrenador de un equipo que le prometieron que estaría hecho a su medida, pero que en ningún caso ha sido así. Es cierto que en el fútbol, por mucho esfuerzo y trabajo que haya, lo que mandan son los resultados. De este modo, si el Zaragoza solo ha conseguido 12 puntos de 42 posibles, además de caer en copa a las primeras de cambio con el Málaga, lo cierto es que la labor del entrenador y el cuerpo técnico no ha sido productiva. Y en este mundo, igual que en el empresarial, la efectividad y la consecución de resultados son los que finalmente importan.

Marcelino y su cuerpo técnico no han sido capaces de construir un bloque compacto para Primera División que sea capaz de competir, por lo que tienen su parte de culpa en el fracaso zaragocista. Sin embargo, no son los únicos culpables del asunto, de hecho, creo que hay personas con más responsabilidad que ellos en esta nueva debacle deportiva que, por desgracia, recuerda demasiado a lo que ocurrió hace dos temporadas, cuando la directiva decidió despedir a Víctor Fernández y el equipo llegó a tener hasta cuatro entrenadores. Aunque suene muy duro, la historia parece repetirse. Además, la plantilla no parece estar en condiciones de garantizar un rendimiento superior al que dio aquel equipo (teóricamente con posibilidades de luchar por la Champions), por lo que el pesimismo que vuela por Zaragoza desde hace un tiempo parece tornarse en cruda realidad. Solo la llegada de una persona fuerte y convencida de cambiar la situación, sumada a la voluntad de una plantilla limitada que necesita refuerzos en todas sus líneas, y la buena fe de una directiva que hasta el momento parece más un grupo de mafiosos que una junta deportiva, podrá ofrecer alguna esperanza de salvación para un club histórico que se hunde por momentos. Y lo único que se mantiene en el club desde el descenso son sus dirigentes...así que no creo que nadie tenga dudas de quién está haciendo las cosas mal dentro del Real Zaragoza. Pero claro, ¿qué esperábamos? La muerte parece lenta y dolorosa...¿así será? Es posible que en apenas unos meses salgamos de dudas...


Imagen: zaragocistas.com

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