La ‘apisonadora culé’ destroza a un Zaragoza muy frágil
El Barça, después de vapulear por 6-
El choque no estuvo para nada disputado. Arrancó de la misma forma en la que llego al minuto 90: con el control absoluto del partido por parte del conjunto blaugrana y con más del 70% de la posesión del balón en las botas del ‘tri-campeón’ (por no decir algo más). Un dato que dice todo sobre el encuentro, en el que desde el primer minuto sólo existió un equipo. Y es que el conjunto zaragocista pareció renunciar a todo antes de saltar al Camp Nou. El planteamiento de Marcelino de juntar las líneas para hacer una presión más solidaria por parte de sus jugadores fracasó rotundamente, y no fue capaz de dotar al equipo de una alternativa eficaz para ocasionarle algún tipo de problema al conjunto culé. El equipo maño, con una defensa tierna e inocente, un medio campo atascado y una delantera solitaria, presentó un juego muy pobre y carente de actitud. Aún así, y a pesar de las internadas barcelonistas, aguantó los primeros veinte minutos con la portería a cero. Pero es que, si estando al 100% en el Camp Nou es difícil puntuar, si apenas juegas con intensidad y agresividad, el resultado siempre será algo parecido a lo visto esta noche: un baño de fútbol y goles. Por eso, los blanquillos se marchan a Zaragoza con media docena de goles en su espalda (que podía haber sido más) y con la sensación de haber ido de paseo a la ciudad condal a ser víctimas del mejor equipo de Europa y también de sus propios errores.
Por su parte, los pupilos de Guardiola mostraron la contundencia a la que nos tenían acostumbrados, pero que llevaban un tiempo sin exhibir. Además, el choque les ha servido para encontrar un método (distinto a su estilo de juego, pero efectivo en días de poca inspiración) para desatascar las jugadas en el centro del campo: buscar al ‘gigante’ Ibrahimovic. De este modo, con tres goles antes del descanso y tres más tras la reanudación, el conjunto catalán dejó claro cuál es su identidad y que, para meterle mano, hay que tener las ideas claras, esperar que tengan un mal día y que tu equipo haya sido tocado esa tarde por la varita mágica de la suerte. Si no, la verdad es que poco más puedes hacer. Como mucho, seguir el mal ejemplo del el Zaragoza de esta noche, resignarse y esperar a que pasen los minutos para acabar con la agonía. De hecho, el peor rival que puede tener este Barça este año es una plaga de lesiones importantes en su plantilla. Sin embargo, habrá que conceder un voto de confianza a los rivales de más entidad que se enfrentarán próximamente con los culés, ya que ahí es dónde realmente se podrá valorar las posibilidades de una escuadra intratable que juega a algo totalmente distinto al resto de los equipos. Hace fútbol de verdad y aprovecha perfectamente los errores de los rivales.Y por eso mismo, es líder con 22 puntos y con tres de ventaja sobre el Real Madrid, su más inmediato perseguidor, aunque por el momento, los merengues se encuentran a años luz del conjunto blaugrana.
Imágenes: marca.com, diarioequipo.com
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