Un equipo...¿a la deriva?
¿Qué le pasa al 'submarino amarillo'? ¿Por qué ya no es feliz? ¿Por qué ya no nos maravilla con su juego habitual de las últimas campañas? Como todos podemos apreciar, el comienzo de la temporada para el Villarreal no está siendo nada positivo. Los 'amarillos' todavía no conocen la victoria en estas seis primeras jornadas y, actualmente, ocupan uno de los tres puestos de descenso a la Liga Adelante. Pero, ¿cómo es esto posible? La verdad es que la situación que están viviendo los castellonenses era inimaginable antes de comenzar la temporada. Y es que, el equipo que más ha crecido en los últimos años en nuestra liga, está teniendo muchas dificultades para arrancar. Porque si los equipos se valorasen por lo que han hecho en el último lustro, sin duda alguna, el Villarreal sería uno de los 'grandes' de la liga. Es cierto que los títulos se le resisten, pero también es verdad que los registros que ha acumulado el conjunto amarillo son algo más que envidiables. Entre los logros más destacados durante los cinco años que duró la 'era Pellegrini', el 'submarino amarillo' ha disputado la 'champions' en dos ocasiones (quedándose a las puertas de la final de 2006, con aquel fatídico penalti fallado por Riquelme), ha llegado lejos en la copa de la UEFA, ha sido subcampeón de liga, ha ido suministrando buenos jugadores a la selección española...pero sobre todo nos ha hecho disfrutar con un fútbol de toque que pocos equipos han demostrado en los últimos años (obviando al 'Pep Team' lógicamente).
Pero en su undécimo aniversario en Primera División, las cosas no pintan muy bien en el Madrigal. La salida de Pellegrini al Real Madrid no le ha sentado nada bien a una plantilla que, cada año, parece que es mejor. Pues sin duda, una de las claves de este Villarreal ha sido que cada temporada ha sido capaz de mantener un bloque sólido de jugadores al que se han ido añadiendo fichajes de calidad. No podemos olvidar que por Vila-real han pasado futbolistas de talla mundial como Riquelme, Palermo o el dos veces bota de oro Diego Forlán (una de ellas con el 'submarino'), han germinado grandes productos jóvenes como Reina, Santi Cazorla o Rossi y han rendido a buen nivel jugadores internacionales como Sorín, Nihat o Pirès (todavía en el equipo). Sin lugar a dudas, un buen lugar para jugar al fútbol, pero no de cualquier forma, sino con un sello de identidad propio.
Y ese es el problema que tiene el nuevo técnico amarillo. Ernesto Valverde, que no ha empezado con muy buen pie la temporada, tiene la obligación de devolver la ilusión a la afición del Madrigal, pero también al resto del fútbol español. Debe encontrar la 'tecla' adecuada para que el 'submarino amarillo' salga de nuevo a flote y abandone las profundas aguas en las que se encuentra en este momento. Pues la temporada es muy larga, ya que además el Villarreal disputa la Europe League y enseguida comenzará su andadura en la Copa del Rey, y por ello, los castellonenses tienen que empezar a dar una imagen de equipo. No se trata de volver a ser el Villarreal de Pellegrini (aunque es cierto que volvería a ser toda una delicia), sino volver a ser un equipo, puesto que viendo los últimos partidos no da la sensación de serlo. Tampoco ayuda que haya rencillas en los entrenamientos (Cani y Bruno casi llegan a las manos esta semana), pero eso son lances que se derivan del mal momento que atraviesa el conjunto. En definitiva, el equipo amarillo debe recuperar su identidad. Debe volver a tocar la pelota. Y es que además no será por plantilla...En mi opinión, una de las más equilibradas de todas las que están un escalón por encima del resto (o varios, como el Barcelona o Madrid). Por eso, yo confío en que Valverde y sus chicos se pongan las pilas y poco a poco empiecen a funcionar como un equipo, aunque para eso primero tendrán que salir de una dinámica muy negativa, algo que no es nada fácil, por mucho que hayas conseguido en el pasado más lejano o incluso en el más reciente.
De este modo, ¿saldrá el 'submarino amarillo' a flote o se hundirá en las profundidades de nuestra Liga? Yo, personalmente, le doy un voto de confianza, pero sigo pensando que la situación que vive el cuadro amarillo es una cuestión de identidad.
Fotografías: as.com, marca.com, lfp.es
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